sábado, 6 de junio de 2015

Las 10 licencias obligatorias en el país bajarían el costo de medicinas hasta el 90%

La producción de medicamentos en el mundo está concentrada en más de 20 corporaciones. Este monopolio provoca una competencia desleal en el mercado, merma la producción de cada país y obliga a los ciudadanos a pagar precios de los fármacos fijados por el mercado y no desde el punto de vista sanitario. De hecho, el 95% de las patentes mundiales corresponden a farmacéuticas.   
Así lo expuso Andrés Icaza, exdirector del Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI) en la conferencia ‘Patentamiento y Políticas Públicas: los desafíos para países en desarrollo’, organizada por el  IEPI y la Organización Mundial  de la Propiedad Intelectual.
“En Ecuador las patentes nacionales alcanzan el 2% frente a las extranjeras que llegan al 98% (...) En el país $1.850 millones mueve el mercado farmacéutico. Eso es debido al costo de las medicinas. Aquellas que tienen patentes son las más costosas”, explica Icaza.  
Cuando las patentes se liberan o expiran los precios disminuyen y más fábricas locales pueden crear el medicamento. Esto ocurrió, por ejemplo en 2011, cuando la farmacéutica inglesa Evaluate Pharma liberó 5 componentes de medicinas, entre ellos el Oxycontin, un opiáceo recetado para aliviar dolores agudos.  ¿Qué hace falta entonces para que los laboratorios ecuatorianos surjan localmente?
 En la Conferencia del jueves en Quito, expertos nacionales e internacionales destacaron que la necesidad de un ecosistema adecuado con apoyo estatal a la producción industrial, incentivos a la investigación y normativas que favorezcan la patente de medicinas.
Un primer paso para este ecosistema ya fue dado cuando  René Ramírez, secretario de  la Senescyt, entregó a la Asamblea  Nacional el proyecto de Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, la Creatividad y la Innovación, denominado Ingenios.
Esta herramienta contiene 11 principios esenciales que caminan en la línea que proponen los expertos. Plantea, por ejemplo, en su capítulo III la carrera del investigador científico, el apoyo con incentivos económicos, la recategorización y un fuerte financiamiento estatal.
El capítulo VI se refiere, en cambio, a la investigación científica en la biodiversidad. Los artículos 65 y 66 hablan de la protección de los recursos biológicos y genéticos en investigaciones científicas que se realicen. Además, especifica que las personas nacionales o extranjeras que “pretendan acceder físicamente a los recursos genéticos del país o a sus productos derivados con fines comerciales deberán obtener la autorización respectiva”.
Esto pondría fin a la biopiratería de recursos naturales para elaborar medicinas. Solo para recordar, en 1970 el científico John Daly sacó del país 750 ejemplares de la rana endémica Epipedobates tricolor para extraerle una sustancia más potente que la morfina. Icaza asegura que la megadiversidad del país es propicia para desarrollar investigaciones locales que produzcan medicamentos para nuestra población.
“Regularmente los fármacos se desarrollan en países desarrollados. Un ejemplo es el ébola. Supuestamente no había medicamentos para este virus hasta que el ébola llegó a un país desarrollado. Ahí se generan los medicamentos. ¿Qué pasa con enfermedades que son tropicales en países en vías de desarrollo? Me pregunto: ¿Acaso estamos condenados a no darle solución? Ahí está el desafío, tenemos que trabajar en conjunto”, puntualiza Andrés.
Hernán Núñez Rocha, titular del Instituto Nacional de Propiedad intelectual (IEPI), concuerda con la reflexión. Explica que Ingenios impulsará la industria local en materia de salud. Además, dice que sienta las bases para que los ciudadanos puedan acceder a medicamentos más económicos. “El Código equilibra el derecho de propiedad intelectual para que todos los ciudadanos a través de la propiedad intelectual puedan satisfacer un derecho fundamental como es la salud”, sostiene el titular del IEPI.
Nuñez comentó que Ecuador tiene 10 licencias obligatorias. Se trata de un sistema que rompe monopolios farmacéuticos y permite el ingreso de un tercero para bajar costos. Dos licencias fueron dadas a  a Enfarma y el resto a farmacéuticas privadas de medicinas genéricas. “Esto ha mitigado mucho el precio. Hay ocasiones en las que con solo el anuncio de licencia obligatoria, el titular de la patente ha reducido el precio de manera considerable. Con la política de licencias obligatorias se puede llegar a reducir precios entre el 30% y hasta el 90%”.
El argentino Jorge Kors, especialista en derechos de propiedad intelectual, comentó que en su país los laboratorios locales tienen el 60% del mercado y las multinacionales el 40%. “Ayudó mucho que no estaban patentados los productos; con este antecedente crecieron mucho las industrias”, dijo. Con el Código Ingenios, Ecuador apunta a seguir el ejemplo argentino. (I)
Fuente: http://telegrafo.com.ec/sociedad/item/las-10-licencias-obligatorias-en-el-pais-bajarian-el-costo-de-medicinas-hasta-el-90.html

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